"Pitufo" es un caballo a quien la vida puso un camino difícil. Primero como un animal de trabajo, esclavo de la explotación. Siempre amarrado y liberado para trabajos duros, sin servicio médico que sanaran sus heridas debido al esfuerzo.
¿Qué pasó?
Hasta el pasado 12 de noviembre, la Unidad de Protección Animal de la policía de Mérida llegó para cambiar su suerte. En estado de desnutrición y con heridas infectadas, el equino deambulaba ya por las calles de la capital yucateca.
¿Cuál será su futuro?
Su calvario por ser un instrumento del trabajo del ser humano llegó a su fin. Atrás quedaron los días en que "Pitufo" jalaba la eterna carretilla a cuestas para vender un poco de tierra. De acuerdo con el departamento de Inspección Ambiental municipal, el equino es atendido con inyecciones de vitaminas e ingesta de esteroides para su recuperación.
Sin embargo, aunque se comprobó el maltrato que sufría, el dueño aún debe acreditar la propiedad legal del animal; sin embargo, hay instituciones de equinoterapia interesadas en adoptar a "Pitufo", cuando culmine su proceso de recuperación.