Entran en vigor cambios a la ley de hijo único en Beijing

Notimex Beijing, China 21-02-2014 07:54

Las parejas podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único.

Los cambios en la política del hijo único anunciados en noviembre por el gobierno chino entraron en vigor en la municipalidad de Beijing, donde desde este viernes las parejas podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único, informaron las autoridades.

La Asamblea de Beijing aprobó los cambios en la regulación, que permite tener dos hijos a parejas compuestas por al menos uno de los miembros hijos únicos, una medida destinada a aumentar la natalidad en el país después de tres décadas de estricto control.

Además de Beijing, otras ciudades como Tianjin y las provincias de Zhejiang, Jiangxi y Anhui ya han implementado la regulación, mientras el resto de regiones del país tiene previsto hacerlo en el transcurso del primer semestre de 2014.

El Partido Comunista de China (PCCh) había anunciado durante su 18 plenario del Comité Central, celebrado del 9 al 12 de noviembre, una flexibilización de esta política, pero no había detallado cuándo comenzaría a aplicarse la norma.

La política del hijo único, denunciada durante décadas por las organizaciones humanitarias, había sido creada a finales de la década de 1970 con el objetivo de limitar la expansión de la población china, y estipulaba inicialmente que las familias urbanas podían tener un hijo y los rurales un máximo de dos. La ley fue posteriormente modificada y, hasta la fecha, las parejas urbanas compuestas por dos miembros sin hermanos podían tener hasta dos descendientes.

Los expertos y oficiales llevaban años cuestionando la validez de la política, en especial en un momento en que la población china se enfrenta a un problema acuciante de envejecimiento que pone en cuestión la posibilidad de mantener el sistema de pensiones.

En 2011 disminuyó por primera vez en su historia la población activa en el gigante asiático, y los expertos chinos en la materia aseguran que en 2053 el país tendrá un 35% de su población anciana, lo que supondrá un desafío para las políticas sociales y económicas del gobierno.