Michelle Obama en China defiende los derechos humanos

EFE China 22-03-2014 03:03

La esposa de Barack Obama resaltó el pleno acceso a la información y las libertades de expresión y de culto.

La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, defendió este sábado en China la necesidad de respetar los derechos humanos universales, incluido el pleno acceso a la información y las libertades de expresión y de culto, en un discurso en la Universidad de Pekín.

En el discurso ante estudiantes estadounidenses y chinos del Centro Stanford de la universidad, entre las más prestigiosas de China, Obama afirmó: "Cuando se trata de expresarse libremente, y de rezar a quien uno elija, y de tener acceso abierto a la información, creemos que esos son derechos universales, el derecho de nacimiento de toda persona en este planeta".

La primera dama, quien el pasado viernes compartió la jornada con su homóloga china, Peng Liyuan, instó a los estudiantes a mantener la mente abierta a la hora de aprender nuevos valores e ideas, y les alentó asimismo a conocer mundo.

Ella misma, indicó, ha buscado durante este viaje compartir sus experiencias con los estudiantes y jóvenes de Estados Unidos, a través de un blog en el que ha colgado vídeos y fotografías de sus vivencias en China.

"Por eso es tan importante que las ideas y la información fluyan libremente en internet y a través de los medios", declaró Obama.

La esposa del presidente estadounidense Barack Obama aseguró que EU y China tienen mucho que aprenderse mutuamente. "Cuando se trata de los desafíos que marcan nuestra época, sea el cambio climático o las oportunidades económicas, o el control de las armas nucleares, todo eso son desafíos que compartimos", indicó.

Obama está en Pekín para una gira de una semana por China, durante la cual visitará también la antigua capital imperial de Xian y Chengdu, hogar de los osos panda, para una visita que busca tender puentes alternativos -especialmente en las áreas de la cultura y la educación- y crear buena voluntad entre las dos grandes potencias, pero que carecerá de contenido político, según la Casa Blanca.