Obama bajo presión para que visite la frontera EU-México

AP México 03-07-2014 19:11

El mandatario no tiene planes de visitar la frontera en su próximo viaje a Texas.

El presidente Barack Obama enfrenta un creciente número de exhortos de los republicanos para que acuda a ver la emergencia de inmigración en la frontera con México, viéndose presionado por lo que llamó la "crisis humanitaria" de decenas de miles de menores de edad que están llegando solos desde América Central.

"Si no acude a la frontera, creo que es un verdadero reflejo de su falta de interés en lo que realmente está ocurriendo allí", afirmó Rick Perry, gobernador de Texas y posible candidato presidencial republicano en 2016.

La Casa Blanca informó el viernes que por el momento Obama no tiene planes de visitar la frontera cuando viaje a Texas la próxima semana, principalmente con el fin de recabar fondos para los candidatos demócratas al Congreso.

Una visita a la línea fronteriza podría ser políticamente inconveniente para el mandatario, que probablemente no se reuniría con los muchachos a los que busca deportar y, si se entrevistara con agentes de la Patrulla Fronteriza o con otros elementos policiales, correría el riesgo de generar molestia entre los activistas partidarios de una reforma migratoria que se oponen a las deportaciones.

Funcionarios del gobierno federal dicen que Perry y otros republicanos simplemente intentan anotarse puntos políticos en lugar de trabajar para solucionar un problema de gran envergadura. Pero Obama no puede deshacerse tan fácilmente de las preocupaciones en torno a las posibles consecuencias políticas.

La crisis fronteriza lo ha puesto en la difícil posición de tener que pedirle más dinero al Congreso y autoridad para deportar a los niños, al tiempo que busca formas de permitir que millones de personas que ya están en Estados Unidos sin autorización permanezcan en el país.

La Casa Blanca también desea mantener el enfoque del debate en este año de elecciones legislativas en los congresistas republicanos a los que el presidente ha acusado de bloquear los avances en torno a una reforma integral de las leyes que regulan la inmigración en Estados Unidos.