Otomíes de Edomex presentan bajo índice de desarrollo humano

Notimex México 07-04-2014 08:37

La entidad registra un total de 97 mil 820 hablantes de lengua otomí.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) en las comunidades otomíes del Estado de México registra niveles de desventaja frente a la población no indígena, siendo los municipios de Amanalco, Morelos y Acambay los de mayor rezago social, según un estudio de la UAEM.

Los investigadores Miguel Ángel Montoya Casasola y Eduardo Andrés Sandoval Forero, autores del estudio “Marginación Sociodemográfica de los Otomíes en el Estado de México”, explicaron que al calcular el IDH fue posible obtener un panorama sobre una de las etnias más relevantes de la entidad, pues el otomí se ubica como la séptima lengua más hablada en el país.

Puntualizaron que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la entidad registra un total de 97 mil 820 hablantes de lengua otomí, que habitan en la etnorregión compuesta por los municipios de Acambay, Aculco, Amanalco, Calimaya. Así como Capulhuac, Chapa de Mota, Huixquilucan, Jilotepec, Jiquipilco, Lerma, Metepec, Morelos, Ocoyoacac, Otzolotepec, San Mateo Atenco, Soyaniquilpan, Temascalcingo, Temoaya, Tianguistenco, Timilpan, Toluca, Villa del Carbón, Xonacatlán y Zinacantepec.

Indicaron que esta zona atravesó en los recientes años un proceso de transformación productiva, así que los otomíes mexiquenses que habitan en este territorio están inmersos en una de las dinámicas más importantes de actividad industrial.

Por otra parte, refirieron que en general, los niveles de analfabetismo en las regiones indígenas registran un porcentaje superior a 14%. Mientras que en la zona otomí del Estado de México este índice alcanza hasta 39% de la población de 15 años o más, siendo los municipios de Morelos, Temascalcingo y Amanalco los más afectados.

Los catedráticos de la Autónoma mexiquense destacaron que su investigación busca ser punto de partida para observar las transformaciones de las comunidades indígenas, las cuales han tenido que adaptarse a los cambios industriales, lo que no ha sido impedimento para que conserven sus tradiciones ancestrales.