55 años del crack del â¬ÜGol del Sigloâ¬"

La vida de Maradona es un cúmulo de sabores, de colores, de altibajos y de mucha, mucha gloria.

Cómo jugador llegó a ser amado, idolatrado, para algunos el mejor de la historia, para otros un aprovechado, fuera de canchas lleno de polémica y cómo entrenador es excelente conductor de programas deportivos.

Así con sus 55 años de vida se resaltan varios asapectos del mítico ´10â¬" de Argentina, campeón del mundo en 1968, con una actuación fuera de lo común para su tiempo.

Diego Armando Maradona nació un 30 de octubre de 1960, creció en la provincia de Villa Fiorito, él mismo describe su infancia así:

"Yo era pobre de pibe, tenía alegrías cuando jugaba a la pelota, o cuando comía".

Justo era tal su alegría cuando tenía la redonda que lo llevó a convertirse en profesional del futbol, justo diez días antes de cumplir 16 años, el Club Argentinos Juniors le dio la oportunidad de debutar en primera división.

"ese día toqué el cielo con las manos". Dijo un joven Maradona que no sabía qué tan alto llegarían sus manos.

En febrero de 1977 la Selección Argentina vio por primera vez a Maradona vestido de albiceleste, en un duelo ante Hungría celebrado en el Estadio La Bombonera.

Ese fue el inicio de una carrera gloriosa, más a nivel de selecciones que de clubes, pero de igual forma Maradona es un â¬ÜD10Sâ¬" que la gente sigue o rechaza.

Uno de los matices que siempre ha acompañado a Maradona es su futbol y su forma de ser; producto de la falta de educación más su personalidad se dan agresiones a periodistas, hijos no reconocidos y adicciones que generó repulsión por un sector de los seguidores al futbol.

"Probé droga a los 22 años en España. Me creía vivo, pero con la droga gasté mucha plata... toqué fondo. Me sentí una basura, porque la droga es un Pacman que te va comiendo a toda tu familia", afirmó en 1996.

Justo a esta edad, fue su época de oro, jugando para el Barcelona, donde se esperaba derrochara talento, llenara de títulos a los culés y toda Europa se rindiera a sus pies, sin embargo las lesiones, su conducta y su debilidad por el â¬Üpolvo blancoâ¬" le dieron el adiós del Barça.

"Creo que el Barcelona era un club para mí, pero no conocía la idiosincrasia de los catalanes".

Pese a esto llegó a Italia, con el Napoli, el club del sur de la península, festejó cinco títulos con Maradona en sus filas y le quitó el dominio a los clubes ricos del norte, quienes no soportaban ver a un club del sur triunfar; pese al brillo algunos aseguran que Maradona abusó del club.

"Que había camorra no lo voy a negar, pero de ahí a que hiciera negocio con ellos hay un trecho muy largo".

Sin embargo con los italianos, el 17 de marzo de 1991, por la fecha 25º, el Nápoles le ganó por 1-0 al AS Bari con gol de Gianfranco Zola. Tras el partido Maradona fue elegido para el control antidopaje, que finalmente daría positivo por cocaína, su primera vez.

Después de Napoli, fue al Sevilla por un año, donde pasó de noche, luego vistió la camisa de Newelâ¬"s Old Boys, por último regresó a Boca Juniors, segundo equipo para el que militó y el cual, es el club de sus amores, donde no consiguió nada y así puso fin a su carrera futbolística.

 Selección Nacional, el lugar dorado de Maradona

En Argentina 78, Maradona no fue convocado, esto nunca lo ha perdonado y es una espina que ataca el corazón de Diego. Su primer triunfo con selecciones llegó un año después en el Mundial Juvenil de Japón, donde alzó la copa y fue nombrado el mejor jugador del torneo.

Con esto comenzó el camino rumbo a España 1982, donde se esperaban grandes cosas. Con el boleto al certamen la concentración final de la selección duro cuatro meses, la expectativa era alta en España, pues Maradona ya había firmado con el Barcelona, al final la Albiceleste fue eliminada en segunda ronda y todo quedó en una ilusión.

Cuatro años después, en México, llegó el punto máximo para Maradona. Todo le salió bien, los pases, los goles, hasta los goles con la mano y así se consagró como el mejor jugador del mundo, sobre todo por lo hecho  el 22 de junio en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, en los cuartos de final ante Inglaterra.

Después la copa del mundo llegó a sus manos tras derrotar en semis a  Bélgica y en la final a Alemania Federal.

En 1990 participó en el Mundial de Italia, donde fue subcampeón, uno de los dolores más grandes para â¬ÜEl Pelusaâ¬" y el pueblo argentino, pero no comparado con lo que vivió en Estados Unidos 1994, con la enfermera rubia que lo sacó de la cancha de Boston para un examen antidopaje en el que dio positivo en efedrina y lo que dio paso al principio del fin.

"Me cortaron las piernas", sostuvo el capitán argentino luego de la suspensión que le otorgó la FIFA.

Lo demás ya es historia en la carrera deportiva de uno de los atletas emblemáticos del futbol mundial, el cual sabe su situación.

"La gente tiene que entender que no soy una máquina de dar felicidad. Sólo les pido que me dejen vivir mi propia vida. Yo no soy ejemplo de nadie, sólo de mis hijas".

 

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