Copa Mundial se pinta â¬ÜAll Blackâ¬"

Nueva Zelanda derrotó este sábado a Australia por 34-17 para revalidar su título de campeón en 2011, y de paso convertirse en la primera selección en la historia en levantar tres Copas â¬ÜWebb Ellisâ¬".

La batalla entre â¬ÜAll Blacksâ¬" y â¬ÜWallabiesâ¬" fue la del primero ante segundo en el ránking de la World Rugby, desde una de las catedrales de este deporte, el estadio de Twickenham, en una final inédita. Pese a que se habían visto las caras en 154 ocasiones, la primera a principios del siglo pasado (1903).

Los de negro vieron reflejado rápidamente su presión alta, pues Dan Carter dio los primeros tres puntos (vía penal) al minuto 7, pero los amarillos respondieron por la misma vía con Bernard Foley, que igualó al 13â¬".

Pero Carter añadió un par más con golpes de castigo al 27â¬" y al 35â¬", para consolidar su ventaja un minuto antes del descanso vía el primer â¬Ütryâ¬" del encuentro, cuando Nehe Milner-Skudder acabó deslizándose en la zona final, tras un movimiento colectivo brillante del ovoide.

Apenas un minuto del segundo tiempo y la ventaja del favorito se amplió a 21-3 con un â¬Ütryâ¬" de Ma'a Allan Nonu, pero esto relajó a los â¬Ükiwisâ¬", que al 52â¬" recibieron try de David Pocock con conversión de Foley, más otro de Ratu Tevita Kuridrani (sin falla de Foley) al 64â¬" para poner el marcador 17-21 con 17 minutos por jugar.

Fue entonces cuando regresó el mejor nivel defensivo de los â¬ÜAll Blacksâ¬" que además de no volver a recibir puntos, prácticamente selló el triunfo con el más largo de sus penales para poner el 27-17 con 6 minutos restantes, tiempo que alcanzó para ver un trepidante contraataque que acabó en el â¬Ütryâ¬" de Beauden John Barrett al 78â¬", seguido por la conversión de Carter para el definitivo 34-17.

â¬ÜAll Blacksâ¬", campeones en 1987 y 2011, y â¬ÜWallabiesâ¬", vencedores en 1991 y 1999, protagonizaron la batalla ante 82.000 personas por la supremacía del rugby mundial, después de una Copa del Mundo en la llegaron con marca perfecta en los seis partidos previo a la final.

Se trató también de la gran despedida de nombres que han hecho historia en el rugby neozelandés, como Richie McCaw, Daniel Carter o Conrad.