Ha tenido que sudar sangre, ha necesitado que el Dortmund pinchara, ha visto el título lejos como nunca pero al final el título ha acabado donde casi siempre: en las vitrinas del Allianz Arena. Para ello tuvo que ser necesario acudir a la última jornada, donde un empate decantaba la balanza a favor del conjunto que dirige Niko Kovac. Ahí, el Bayern se impuso al Eintracht Frankfurt (5-1) para acabar certificando un título sudado como hacía tiempo que no lo hacían.
Lee la nota completa AQUÍ.