El Clásico español podría quedar a deber

Lionel Messi (AP)

Ni la fiabilidad goleadora de Luis Suárez y Neymar en el Barcelona, ni el regreso de James Rodríguez y Keylor Navas a un Madrid preocupado por el mal momento de Cristiano Ronaldo desvían el principal foco de atención del clásico de la Liga Española que se disputa el sábado, centrado nuevamente en la omnipresente figura de Lionel Messi.

La ansiada vuelta del astro barcelonista tras ocho semanas de baja por una lesión de rodilla relegó a segundo plano las otras consideraciones que venían marcando la agenda informativa de Real Madrid-Barcelona, indiscutible choque estelar de la duodécima fecha del campeonato, aunque salpicado por la amenaza terrorista tras los atentados de París del pasado viernes.

La incrementada seguridad para el duelo, calificado de alto riesgo, espera garantizar un plácido disfrute de uno de los mayores espectáculos deportivos del panorama mundial. Y en semejante escenario quiere figurar Messi, favorito para ganar el próximo Balón de Oro, que cerrará precisamente su votación horas antes del clásico español.

Sus buenas sensaciones de los últimos días, con incremento paulatino de intensidad en los entrenamientos, apuntan a la presencia del argentino en la convocatoria de Luis Enrique, aunque el entorno azulgrana se mantiene hermético sobre la posibilidad de que Messi arranque de inicio o en la segunda parte, para reducir el riesgo de una posible recaída.

El calendario no ofrece grandes treguas una vez superado el parón por fecha FIFA, pues el Barça recibirá a la Roma por la Liga de Campeones el martes, y el Madrid visitará el miércoles al Shakhtar Donetsk.

Los blancos tienen ya asegurado el boleto a los octavos de final, mientras que los barcelonistas esperan lograrlo ante el cuadro romano, y alcanzar ese choque con un ampliado colchón en el liderato liguero.

Messi, quien se lesionó por la sexta fecha, cuando el Barça escoltaba al invicto Villarreal y el Madrid era tercero, regresa a un equipo que ha ganado cuatro partidos de liga seguidos y la pasada jornada se colocó puntero en solitario con 27 unidades. El Madrid cuenta 24 tras perder su invicto, 3-2 en Sevilla, y el técnico Rafa Benítez ansía reforzar su crédito, seriamente cuestionado por su manejo de los minutos de James.

El colombiano, uno de los futbolistas más destacados de la pasada campaña y lesionado desde finales de agosto, reapareció saliendo desde la banca ante el Sevilla y firmó un golazo insuficiente para evitar la derrota. Benítez razonó luego que al mediapunta aún le faltaba "bastante trabajo", a lo que James respondió con juego y palabras desde Colombia. "Para que luego digan que no estoy bien", expresó tras marcar el tanto del empate, 1-1 con Chile.

El equipo de Benítez se sostiene en las atajadas de Keylor Navas y no tanto en los goles de Cristiano, quien exhibe un preocupante bajón de forma pese a sus ocho redes en el torneo doméstico. El astro portugués suele crecerse ante el Barcelona, al que ha endosado 15 dianas; las dos últimas en los clásicos del curso anterior, repartidos en sendas victorias locales.

El choque será sin duda especial para Suárez, pues debutó en feudo blanco hace poco más de un año, tras superar la sanción de la FIFA con el club catalán, aunque no con la selección uruguaya. "Puedo decir que soy libre", comentó el miércoles, una vez reinsertado definitivamente a nivel nacional.

El charrúa figura segundo en la tabla de máximos cañoneros con nueve tantos, mientras que Neymar cuenta 11 y, entre ambos, han marcado 20 de los 23 del Barça en ausencia de Messi. En espera del alta médica oficial del rosarino, así como del volante Ivan Rakitic, la cuestión radica ahora en cuánto arriesgar por parte de los auriazules, y si Benítez encontrará la fórmula de desactivar su temible tridente ofensivo.

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