La decisión de los árbitros de suspender la Liga podría traerles consecuencias severas que incluirían su despido.
Los silbantes, aunque están agrupados en la Asociación Mexicana de Árbitros, son empleados de la Federación Mexicana de Futbol y por lo tanto, al decretar de manera unilateral no presentarse a realizar su labor asignada se les puede rescindir su contrato.