Los últimos minutos devolvieron al Getafe frente a la Real Sociedad parte de lo que le habían quitado en partidos anteriores. Al cuadro de Eusebio, que se adelantó muy pronto con un gol de Oyarzabal -su mejor jugador- se le escapó un partido de los que hacen daño. Los cambios le sentaron de maravilla al Getafe. Entre Portillo y Ángel fabricaron el empate y el propio delantero forzó el penalti del 2-1, que transformó Jorge Molina.
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