Tras varios años de turbulencia en el banquillo rojiblanco, Matías Almeyda llegó para dar estabilidad a Chivas y, desde que el argentino tomó el timonel, pasaron de ser un equipo que peleaba por su subsistencia en Primera a ser un contendiente por el título y a terminar con la sequía de una década sin ganar la liga, además de dos copas y un doblete histórico en el Clausura 2017.
Su arribo en la jornada 9 del Apertura 2015 le cambió de inmediato la cara a las Chivas, al ganar sus primeros tres duelos. Sin embargo, en los cuatro torneos que ha dirigido desde el principio, al Rebaño le cuesta el despegue.