Una de las escenas más improbables para el mundo, era que el Leicester City, un pequeño club del centro de Inglaterra con 132 años de historia y las vitrinas vacÃas, levantara el trofeo de la liga de fútbol más rica y poderosa del planeta.
Pero no se trataba de un espejismo. En un dÃa lluvioso y de júbilo descontrolado, Wes Morgan se plantó en el centro de la cancha del King Power Stadium y alzó el trofeo de campeón de la Premier League.
Bañados por confeti azul y amarillo y los vÃtores incesantes de 32 mil gargantas en las gradas, los jugadores de Leicester fueron coronados oficialmente como campeones, cinco dÃas después que aseguraron el tÃtulo gracias al empate 2-2 de su escolta Tottenham ante Chelsea.
Miles de aficionados se congregaron en las calles de la ciudad y a las afueras del estadio desde horas antes del partido contra Everton por la penúltima fecha, incluyendo cientos de italianos que llegaron para honrar al técnico Claudio Ranieri, que a sus 64 años y tras dirigir a 15 clubes y una selección, finalmente se coronó campeón.
El club que se ganó el corazón del mundo entero se prepara para disputar la próxima Liga de Campeones contra titanes de Europa como Barcelona, Real Madrid y Bayern Munich.
Jamie Vardy hizo un doblete ante Everton, y se dio el lujo de fallar un penal, para sumar 24 goles en la temporada, a uno del máximo artillero de la liga Harry Kane. El encuentro terminó 3-1 a favor de los â¬ÜFoxesâ¬".
Cientos de italianos se sumaron a la fiesta para festejar el logro de Ranieri, entre ellos el tenor Andrea Bocelli, quien acompañó al entrenador en la cancha para cantar Nessun Dorma, una aria popularizada en Inglaterra durante la Copa del Mundo de 1990.
Dentro del estadio, el técnico Ranieri se dirigió a los 32 mil aficionados antes del encuentro.
"Quiero decirles que somos campeones porque ustedes nos inspiraron", expresó el italiano.