Liverpool y Bayern Munich no se hacen daño en la Champions

Antes del inicio de cada eliminatoria se suele decir que son de 180 minutos y no hay que pensar sólo en el partido de ida. El Liverpool-Bayern de Anfield, fue el gran ejemplo de ello. Al final de los 90 minutos, todos los jugadores se abrazaron y casi, todos parecían satisfechos con el marcador. El único que ha perdido en Anfield es el espectáculo. Y para muestra, los disparos a portería: uno por cada equipo. Concretamente, la segunda mitad apenas tuvo movimiento cerca de las áreas salvo un disparo final de Mané que no fue ni siquiera a portería. Resolverá el Allianz Arena tras un mal partido donde, sin duda, lo mejor fue el atronador You'll Never Walk Alone que cantó la afición red y se comió el himno de la Champions.

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