La lucha contra el COVID-19 se mantiene y la Liga MX busca implementar un plan de contingencia económica ante la detención del torneo en todas sus categorías, debido a que en el mejor de los escenarios el torneo pudiera reanudarse a mediados de mayo; es decir, estaremos seis semanas más sin fútbol. En el terreno deportivo y ante la incertidumbre aún a nivel mundial por la pandemia del coronavirus, la Liga tiene en la agenda tres escenarios posibles:
1.- Reiniciar la actividad en la segunda semana de mayo, donde los compromisos en la Liga de Campeones de la Concacaf en su etapa de cuartos de final serían los primeros en realizarse, dando paso a que el viernes 15 de mayo se reactiven Liga MX, Ascenso MX y Liga MX Femenil. Todo en espera de que la crisis por el COVID-19 esté controlada para esos días.
De ser este el caso, el Clausura 2020 se tornaría en un vértigo de partidos, ya que desde la reanudación habría fútbol de Liga y fase final de la Concacaf. Lo que nos lleva a un escenario de partidos a mitad de semana y fin de semana hasta que termine la Liga de Campeones (primero) y la Liga MX (días después).
2.- El segundo escenario tiene la fecha del viernes 29 de mayo para retomar el torneo, aunque aquí vendría la primera medida drástica por cuestión de tiempos. La Liga MX se reanudaría directo en fase de Liguilla, tomando la tabla general del primer al octavo lugar tal y como se tenía al momento de detener el torneo. Pese a esta medida, el torneo Apertura 2020 se vería afectado en su preparación, debido a que solo se tendría un mes para pretemporada y no dos como habitualmente se cuenta en verano.
3.- Cancelar el torneo. Esta medida es la última y evidentemente la menos deseada. De no poder jugar al fútbol en mayo, se daría por anulado el Clausura 2020 y además se adelantaría un par de semanas el inicio del Apertura 2020 en julio.
Al momento todo es planificación y evaluación, con base a lo que vaya sucediendo en el tema más importante: la salud.