Novak Djokovic se ha quedado a vivir en el jardín que históricamente pertenecía a Roger Federer, precisamente su víctima hoy en la final de Wimbledon por 7-6(5), 1-6, 7-6(4), 4-6 y 13-12. Y es que es el tercer título que le arrebata al helvético en el tapete verde del All England Club después de los de 2014 y 2015. Hace cuatro años defendió la corona y este domingo lo ha vuelto a hacer.
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