La vida se ve muy bien para el pequeño koala Joey Harry, que recibe muchos cariñitos y besos durante sus citas para jugar con su cuidador del zoológico, Tami, en Australia.
Las cosas no siempre fueron tan fáciles, la madre de Harry murió de cáncer cuando tenía sólo cuatro meses de edad, pero desde entonces ha sido capaz de prosperar en el Symbio Koala Sanctuary, justo al sur de Sydney, Australia.