La noche del sábado, el Parque Bicentenario de la Ciudad de México se convirtió en el oasis en que Björk presenta su segunda residencia del Cornucopia , un proyecto sostenido en la tecnología, la innovación y el enorme talento de la artista islandesa que eligió este país como la segunda parada del espectáculo que tiene como su principal apuesta la construcción de un espacio único que ofrece una experiencia de audio inmersivo 360º.
Además de la garantía musical, los visuales Tobias Gremmler y la dirección de la argentina Lucrecia Martell, Björk se acompaña en el escenario de 10 músicos y un coro integrado por mexicanos, quienes fueron preparados especialmente para este show: Cornucopia que en total ofrecerá cinco presentaciones bajo la carpa que llegó directamente de Bélgica para este montaje.
- El despligue tecnológico refuerza la nueva Björk , pantallas gigantes, escenografía y vestuarios que remiten a la Utopia retratada en su último disco.
- Por ello, el show se integra de casi todos los temas de ese material, salvo un par de sus grandes éxitos. El viaje dura 100 minutos
El espectáculo no varía en comparación con lo ocurrido en The Shield en Nueva York, el mismo orden de canciones. Primero un coro abre con un intro de canciones en islandés para arrancar con la lluvia de temas:
- The gate
- Utopia
- Arisen my senses
- Show Me Forgiveness (no había sido tocada por Björk desde 2006, fue retomada para Cornucopia )
- Y un gran éxito de la cantante: Venus as a Boy
Aunque la reacción a este tema fue increible, la versión dejó mucho que pensar a los presentes, pues los arreglos no permitieron acompañar en ningún momento el coro. Esta canción no había formado parte de un tour desde 2011.
Después Claimstaker y una de las consentidas de sus fans: Isobel , que le abrió paso a la romántica Blissing Me , Body Memory y otra canción que llevaba años sin ser parte de las giras , Hidden Place para después continuar con Mouth's Cradle , Features Creatures , Courtship , Pagan Poetry y Losss que reventaron entre aplausos y gritos de los asistentes.
Sue Me y Tabula Rasa fueron el previo a un descanso para el video de la activista ambientalista Greta Thunberg. En Future Forever Björk aprovechó para agradecer a los asistentes y presentar a su equipo, después el gran final fue Notget con unos visuales que ya habían visto la luz en su exposición de realidad aumentada que también estuvo en México: Björk Digital.
Un arranque perfecto
Björk tendría que ser ejemplo para otros artistas, quienes, acostumbrados a repetir la fórmula de las disqueras, encabezan las listas de popularidad, pero no asumen un proyecto musical como una apuesta por el futuro, por presentar un show diferente y compartir con sus seguidores un mensaje, en este caso Björk nos recordó lo imprescindible de luchar contra el cambio climático y exigir políticas que materialicen avances por encima de los intereses económicos.
Björk es sin duda el gran referente de nuestros tiempos en materia de creación artística con base en la tecnología, y al parecer, es su única competencia porque no hay en el horizonte inmediato alguien que se acerque a la innovación como la única constante en su carrera. Poco se le puede cuestionar a esta artista sobre los escenarios, aunque su comportamiento y trato fuera de ellos, promete ser un tema que la acompañe mucho tiempo más.