El ingenio humano no tiene límites, eso lo demostró un joven de origen oriental que en un buffet llega a buscar su porción de fideos con un pequeño plato, la sorpresa viene cuando deja el utensilio con menos comida en la mesa y se lleva la bandeja.
El ingenio humano no tiene límites, eso lo demostró un joven de origen oriental que en un buffet llega a buscar su porción de fideos con un pequeño plato, la sorpresa viene cuando deja el utensilio con menos comida en la mesa y se lleva la bandeja.