¡Uy! Estos dos chicos se daban con todo en los pasillos de su "high school" en Estados Unidos, cuando al de sudadera roja se le ocurrió aplicarle a su contrincante una llave, que le salió peor de lo que se hubiera imaginado.
Ante la mirada de todos, su estrategia le salió mal y terminó siendo él el noqueado por su propio peso.
El otro peleador, evidentemente, aprovechó el momento y no paró de golpearlo hasta que llegaron a separarlos.