No cabe duda que el 6 de enero es una de las fechas más especiales que uno espera cuando es niño; año con año corremos para ver si bajo el árbol están esos regalos que pedimos con tanta ilusión.
Sin embargo, hay veces que los Reyes no son tan acertados y hubiéramos preferido que nos trajeran un pedazo de carbón y habernos portado mal todo el año: