Resulta que Harry, el hijo menor de la fallecida Lady Di y el príncipe Carlos de Inglaterra, anda con su prima, la actriz norteamericana Meghan Markle... y si seguimos el planteamiento del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez en su obra "Cien años de soledad", esto pondría al príncipe en riesgo de tener decencia con cola de cochino. Pero... hasta ¿dónde se remonta esta relación consanguínea que pondría en difícil escenario a Harry?
Según una investigación del Daily Mail, la pareja está emparentada de forma consanguínea a través de un hombre llamado Ralph Bowes, un ancestro de la Reina Madre del siglo XV, quien fue un alto sheriff del condado de Durham, que vivió de 1480 a 1516.
La averiguación abunda en que el nieto de Bowes, Christopher Hussey, fue uno de los fundadores de Nantucket, Massachusetts en Estados Unidos y su linaje condujo al nacimiento de la actriz Meghan Markle. Asimismo, el bisnieto de Bowes, Sir George Bowes, fue miembro del Parlamento durante el reinado del Rey Carlos II; él y el Príncipe Harry están emparentados directamente.
Desde luego esta sorprendente correspondencia genealógica no cambiará la relación de la pareja, pues definitivamente no afecta en nada su relación, la cual se inició en 2016.
Y aunque su noviazgo ha sido muy discreto desde el principio, fue Meghan la que hizo pública su relación amorosa con el Príncipe Harry cuando dio una entrevista para la revista Vanity Fair y sorprendiera con su revelación:
"Somos una pareja. Estamos enamorados. Estoy segura de que habrá un momento en el que tendremos que presentarnos para contar nuestra historia, pero espero que lo que las personas entiendan es que este es nuestro momento. Esto es para nosotros. Es parte de lo que lo hace tan especial, que es solo nuestro. Pero somos felices".
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