José Manuel Figueroa sufre aparatosa caída de caballo durante palenque

Tras el accidente, José Manuel Figueroa se dirigió al equino para tranquilizarlo. Foto: Especial Uno TV.

El actor, cantante y compositor José Manuel Figueroa participó este 1 de enero en un palenque con motivo del Año Nuevo en el municipio de Texcaltitlán, en el Estado de México, y salió al ruedo montado en un caballo que lanzó al hijo mayor de Joan Sebastian? bruscamente al suelo casi de forma inmediata.

José Manuel Figueroa, nacido en Chicago, Illinois, el 15 de mayo 1975, difundió en su cuenta de Instagram varios videos en los que se muestra desde varios ángulos el aparatoso golpe que se llevó durante su presentación en el palenque. El artista escribió en dicha red social: "si no me quito (el caballo) me pisa, pero no por mal intencionado".

El caballo está impuesto para activarse con la pirotecnia. Fue un accidente en Texcaltitlán, Estado de México [&] No cae el que no se sube, desgraciadamente reventó la montura. Nada que hacer (más que) levantarse, sacudirse y entregar el corazón al público, como mi viejo (Joan Sebastian)".

José Manuel Figueroa, de 44 años, acotó que "lo bueno" fue que su caballo llamado Gardel "me hizo caso y se tranquilizó al escucharme". El artista comentó para sus seguidores en Instagram que los "animales aprenden con cariño y no con los golpes. Te amo, Gardel. Gracias por cuidarme".

Pese al golpe, José Manuel Figueroa, hijo del "Poeta de Juliantla", no se olvidó de agradecer a su fans los mensajes de apoyo y la buena vibra recibida, tanto por el accidente como por el arranque de 2020: "Por cierto, gracias mi gente de Texcaltitlán; estoy seguro de que jamás olvidaré esa noche por la gran entrega del público y porque tuve la fortuna de besar tierra de Tixca. Los amo, gracias.

En los videos difundidos en redes sociales se observa a José Manuel Figueroa montado en Gardel, listo para dar su show, cuando el equino se espanta debido a la pirotecnia que estalló a unos metros de distancia. El caballo se paró sobre sus dos patas, lanzando al suelo al artista, quien se reincorporó y, sin perder tiempo, le habló con tacto a Gardel para tranquilizarlo.