En algún momento de nuestra vida, todos tenemos un mal día: te levantas de la cama, te pegas en el dedo chiquito del pie y todo te sale mal. Esa mala suerte fue justamente la que frustró el robo de una pantalla gigante que tres ladrones intentaron sustraer de una sala de oficina.
El video que verás a continuación parece sacado de una película cómica, pero por increíble que parezca, no es así, pues de los tres ladrones no se logra hacer uno solo, y por lo que se puede juzgar en la grabación, su fechoría jamás fue planeada.
Los rateros más tontos del mundo
Los hechos sucedieron en Brasil. En las imágenes captadas el pasado domingo, 8 de diciembre, se observa cómo los tres ladrones cometen error tras error. Para pronto: descienden de su vehículo con las intermitentes y luces encendidas, poniéndose así en la mira de la justicia.
El video, tomado por una cámara de seguridad del lugar, constata cómo un primer ladrón desciende del vehículo y con mazo en mano intenta romper el cristal de una de las ventanas.
Tras varios intentos fallidos, por fin logra su cometido y se dirige directo a la pantalla gigante que cuelga de una de las paredes; pretende quitarla en más de una ocasión, pero su falta de pericia se lo impide, por lo que un segundo cómplice aparece en escena.
Este segundo ladrón corre rápidamente al auxilio de su amigo e intenta ingresar a la oficina por una ventana que no había sido previamente rota, lo que ocasiona que se estrelle violentamente con ella.
Una vez puesto en pie, por fin entra por la ventana rota y se une al clan, pero al no ser de mucha utilidad decide salir de la oficina y dar oportunidad a su tercer cómplice, quien entra al lugar y junto al primero intentan nuevamente arrancar la pantalla gigante, no sin antes resbalarse con los vidrios rotos que hay en el suelo.
Pese a todos sus intentos los intrusos jamás logran su objetivo y terminan dañando la pantalla gigante que pretendían robar, por lo que no les queda otra opción que salir corriendo de la sala de oficina y huir a toda velocidad.