Ariana Grande enfrenta una demanda por subir una foto a Instagram sin permiso del paparazi que la tomó.
Parece que la cantante tiene que aprender la lección sobre el cuidado que se debe tener con lo que se publica en redes sociales, en especial porque le gusta subir fotos de sí misma con diversos filtros y luciendo los vestuarios que tanto la caracterizan.
- La creadora de éxitos como "God Is A Woman" subió una imagen donde se le ve con una bolsa que lleva el nombre de Sweetener. El problema es que el fotógrafo Robert Barbera dice que él fue quien tomó la foto.
Toda imagen tiene unos derechos de autor que no pueden ser violados, y Ariana Grande (o alguien de su equipo) debería haber consultado a Barbera antes de publicarla en una plataforma con esa visibilidad.
El fotógrafo profesional está demandando a la cantante para que le pague por varias violaciones a la ley de derechos de autor, así como por honorarios, costos de abogados y daños legales.
- Lo que también puso de mal humor a Roberto Barbera es que ni siquiera lo hayan citado en los créditos de la imagen.
La publicación de Instagram en cuestión fue eliminada, pero cuando Ariana la compartió por primera vez, en agosto de 2018, recibió más de tres millones de "me gusta".
Con más de 154 millones de seguidores en Instagram, Ariana trata siempre de mantener activa su cuenta, pero, tras esta demanda la cantante tendrá que verificar de dónde proviene cada imagen.