Con estridentes "vivas" y lágrimas, los restos de José José llegaron a la Basílica de Guadalupe, donde se ofició una misa pública en su honor.
La carroza fúnebre, antigua, negra, de la década de los 20, fue recibida por cientos de fanáticos, quienes aplaudieron la llegada del "Príncipe de la canción", a quien antes le dieron "aplausos para el amor" en un homenaje celebrado en el Palacio de Bellas Artes.
"¡Sí de pudo!", gritaron algunos de los seguidores del artista a la llegada del cantante.
La misa terminó, por lo que los restos fueron trasladados al Parque de la China, en la colonia Clavería, de la capital, para después ser llevado al destino final de esta serie de homenajes en México: el Panteón Francés, en San Joaquín.
El ambiente en el Parque de la China: