Singapur es un país asiático considerado como uno de los más limpios del planeta, pero para lograr ese reconocimiento, las autoridades se ven obligadas a establecer multas que podrían ser consideradas en otras partes del mundo como exorbitantes.
Podría decirse que Singapur es un país de prohibiciones y no acatar lo que la ley establece, puede costarte cientos de dólares e incluso la cárcel.
Definitivamente ahí no cabe el dicho "hacerse de la vista gorda" ya que en cada esquina existen señalamientos de advertencia de lo que está prohibido.
Si con todo y señalamientos decides correr el riesgo, te presentamos 5 multas extrañas que sólo suceden en Singapur
- Alimentar palomas. El gobierno asegura que las palomas urbanas están bien alimentadas por lo que no es necesario darles de comer. Hacerlo te hace acreedor a una multa de 500 dólares.
- Comer en transporte público. La idea es viajar lo más higiénico posible y sin olores; si aún así decides hacerlo la multa también es de 500 dólares.
- Escupir en lugares públicos. Se considera una falta a la moral grave y sobre todo antihigiénica; si te atreves, la multa es de mil dólares.
- Fumar en la calle. Las autoridades temen que la colilla sea tirada en la vía pública dando un mal aspecto a la ciudad; sólo se permite fumar en bares, restaurantes y hoteles. Si no obedeces, la multa es de mil dólares.
- Comprar chicle. Singapur es una de las ciudades más limpias del mundo y el gobierno no está dispuesto a pagar por despagar el chicle de las calles y avenidas de la ciudad, sólo pueden mascar chicle las personas con receta médica, de lo contrario se paga con cárcel.
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