Este jueves fue localizada una fosa común con restos humanos en Panamá, en la que se encontraron los cadáveres de seis niños y el de una mujer embarazada; en ese mismo lugar, un día antes, fue desmantelada una secta religiosa.
El Ministerio Público de Panamá acusó a la secta religiosa La Nueva Luz de Dios de torturar y sacrificar a los seis menores de edad -de entre uno y 17 años- y a la mujer que tenía aproximadamente cuatro meses de embarazo, quien era madre de cinco de los niños encontrados.
Al parecer se trata de los miembros de una secta religiosa que se dedicaba a hacer ritos, y los cuales, se presume, son responsables del hecho". Rafael Baloyes, fiscal superior de la Provincia Caribeña de Bocas del Toro
Los restos humanos fueron hallados en una fosa en la región de Ngäbe Buglé, una zona indígena de difícil acceso en el Caribe panameño, a unos 250 kilómetros de Ciudad de Panamá, mismo lugar donde este miércoles 15 de enero, la policía rescató a 15 personas que permanecían retenidas y amarradas por esta secta que se dedicaba a hacer ritos.
El director general encargado de la Policía Nacional, Alexis Muñoz, indicó que los rescatados presentaban lesiones corporales por golpes.
En el mismo lugar fueron detenidos 10 presuntos miembros de la secta religiosa; uno de ellos es menor de edad y otro, según fuentes cercanas a la agencia de noticias AFP, padre de la mujer embarazada y abuelo de cinco de los niños hallados en la fosa.
El Ministerio Público informó que los sospechosos de estos hechos, todos indígenas, fueron detenidos y serán llevados ante la justicia entre el viernes y el sábado.
- Recientemente dos personas que fueron atendidas en un hospital de aquel país denunciaron a dicha secta religiosa de practicar exorcismos.
Domingo González, uno de los testigos que logró escapar, narró a medios locales cómo un hombre golpeó a su propio hijo, el cual había sido desnudado previamente por otros miembros de la secta.
Comenzaron a pegarle con la Biblia y con la mano cerrada. Lo agarraban [del cuello] y le decían quítate el demonio que tienes tú por dentro". Domingo González, testigo
Los ritos habrían sido celebrados en un pequeño rancho rodeado de pencas y grandes hojas que impiden ver su interior, en medio de una exuberante vegetación y humildes casas de techo de paja.
Según expertos, Panamá tiene "un marco jurídico bastante permisivo para la instalación de nuevos cultos, con muy pocos controles", donde el límite es el "respeto a la moral cristiana" y no tanto "el respeto de los derechos humanos".