La batalla legal sobre la autoría del polémico "monkey selfie", una de las imágenes más populares de Internet, ha terminado, la justicia norteamericana falló a favor del fotógrafo británico Dave Slater.
Los abogados de Slater dijeron, que el fotógrafo, dueño de la cámara que el mono Naruto utilizó para tomarse varias selfies, acordó donar el 25% de los ingresos futuros que obtenga de las imágenes a organizaciones de beneficencia dedicadas a proteger a los monos macacos de Indonesia, sin embargo no dijeron cuánto dinero han generado las fotografías, ni si el fotógrafo se quedaría con el 75 % de las ganancias.
Los defensores pidieron al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos con sede en San Francisco, que desestimara el caso y rechazara una decisión de un tribunal inferior acerca de que los animales no pueden poseer derechos de autor.
El monkey selfie ha dejado al fotógrafo en la ruina
El proceso ha durado dos años y ha dejado al fotógrafo en la ruina.
"He gastado miles y miles de libras en abogados, estoy perdiendo ingresos y me está deprimiendo. Cuando pienso en toda la situación, realmente no creo que valga la pena. Todo lo que hice para tratar de destacar la difícil situación de los monos ha destruido mi vida privada". Slater
Caso histórico
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA por sus siglas en inglés), demandó en 2015 al fotógrafo en representación de los monos, buscando controlar las ganancias por las selifes tomada por Naruto .
Los abogados argumentaron que la compañía de su cliente es dueña de los derechos; las fotos fueron tomadas durante un viaje a la isla Célebes, Indonesia, en 2011, con una cámara de Dave Slater.
La historia de la imagen
La historia de la fotografía se remonta a 2011 cuando el fotógrafo Dave Slater, viajó a Indonesia. De suerte encontró un grupo de 20 monos de la especie macaco negro, la cual solo se encuentra en Indonesia; el fotógrafo se ganó la confianza de los simios y se percató que a los primates les gustaba tocar sus partencias; por ello decidió colocar una cámara fotográfica a su alcance y precisamente lo que pasó fue la famosa imagen tomada por Naruto que se volvió viral.
Más tarde varias organizaciones negaron los derechos de autor del fotógrafo y afirmaron que pertenecen al macaco.
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