Quién no se quejó de ir a la escuela algún día de su vida, levantarse era difícil, acudir un poco más y guardar la concentración durante toda la jornada era una lucha, pero este niño de Pakistán nos calla a todos.
Diariamente para acudir a su escuela el pequeño tiene que tomar un camino lleno de peligros, entre ellos cruzar un río con fuerte corriente para poder pasar al otro lado, arriesgando su vida.