Tras una década de relaciones estrictamente económicas, Estados Unidos y Bolivia, trabajan en el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, informó Jeanine Áñez la presidente interina del país sudamericano.
A través de su cuenta oficial de Twitter, la mandataria que permanece al frente de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales, informó que sostuvo una conversación vía telefónica con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Recibí la llamada de Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, con quien conversé sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestras naciones y otros temas de interés común , escribió Jeanine Áñez en Twitter.
Además, la presidenta interina de Bolivia agradeció que Estados Unidos respalde su gobierno, que se ha visto ensombrecido por las protestas y bloqueos, al que calificó como la transición democrática .
El anuncio hecho por la presidenta de Bolivia, fue acompañada por una fotografía en la que se muestra a Jeanine Áñez, con los brazos entrelazados en su escritorio.
Aunque no ofreció detalles sobre su conversación con Pompeo, trascendió que continúan el nombramiento de Walter Óscar Serrate como embajador de Bolivia ante Estados Unidos; y la reunión en La Paz entre el vicesecretario de Estado Adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado de Estados Unidos, Roger Carstens, y la canciller Karen Longaric.
Este sería el acercamiento diplomático más importante entre Bolivia y Estados Unidos, después de que en 2008, el gobierno del entonces presidente Evo Morales, expulsó al embajador estadounidense, Philip Golberg, al que acusó de injerencia en asuntos internos.
Acto al que respondió el gobierno de Estados Unidos con expulsión del embajador boliviano, Gustavo Guzmán.
La publicación levantó polémica en redes sociales pues le valió críticas de los internautas que consideraron que el golpe de Estado, del que afirma Evo Morales y sus seguidores fue víctima, fue para poder restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Y acusaron a la mandataria interina de Bolivia, de dictadora al servicio de Estados Unidos y conspirar contra las políticas que promovió Evo Morales mientras estuvo en el cargo como presidente del país andino.