Una de las sobrevivientes de la matanza de integrantes de una comunidad indígena de Panamá a manos de una secta religiosa, habló sobre los crueles actos que realizaba este grupo y de los cuales fue víctima.
Efigenia Valdés es una de las 15 personas rescatadas por la policía el día 15 de enero, cuando desarticularon la secta religiosa que se encontraba improvisada en la comunidad de Altos del Terrón, en la provincia caribeña de Bocas del Toro, en Panamá.
Valdés narro en entrevista la forma en que recibió malos tratos por parte de miembros del grupo religioso llamado "La Nueva Luz de Dios", los cuales casi la dejan ciega.
Me pegaron con la Biblia en los ojos, me dejaron ciega y perdí el conocimiento. Yo escuchaba que decían que había que sacarle el diablo a mi hermano, a mi hermanita y a mí, que teníamos el diablo". Efigenia Valdés, sobreviviente
Efigenia contó que, mientras rezaba, recriminó la actitud de los miembros del secta, por lo que fue sacada del altar y puesta de rodillas.
Ellos me pegaban y más me tiraban contra el piso, me pisoteaban de ambos lados, el pescuezo me lo apretaba duro y me decían que el diablo tenía que salir de mi porque yo tenía un diablo inmenso". Efigenia Valdés, sobreviviente
Dicha secta fue acusada de cometer actos inhumanos y del asesinato de seis niños y una mujer embarazada, madre de cinco de los menores, quien fue llevada a la fuerza a la iglesia, y después asesinada delante de sus hijos, que también fueron ultimados ante todos los presentes.
Los restos de los sacrificados fueron hallados en una fosa común amarrados y en avanzado estado de descomposición, en medio de la selva.
De acuerdo con las autoridades, las personas rescatadas presentaban lesiones corporales por golpes, por lo que se presume que también iban a ser sacrificadas.
En el mismo lugar fueron detenidos 10 presuntos miembros de la secta, donde uno de ellos era menor de edad y otro es, según fuentes cercanas a la agencia de noticias AFP, padre de la mujer embarazada y abuelo de los seis niños hallados en la fosa.