Tras la ola migrante de los últimos meses, los centros de detención en El Paso, Texas, están colapsados, por ello, el Sistema de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos liberó a algunos en territorio norteamericano.
Son llevados en camiones hasta a las iglesias, donde son registrados para contactar a sus familiares o amigos en territorio norteamericano.
Ahí deberán esperar mientras son llamados a una cita con un juez y así iniciar formalmente su solicitud de asilo. Bajo resguardo pueden permanecer máximo 48 horas fuera del destino que dieron a inmigración. Sin embargo, la realidad es aplastante, estadísticamente de 10 aspirantes, sólo uno será aceptado para asilo político.
- Tras asearse y cortarse el cabello cuentan porqué huyeron de su país; la mayoría de los casos son desplazados de la violencia.
Organizaciones e iglesias aseguran que continuarán apoyando a los migrantes, pero están conscientes de que los recursos se podrían terminar.