Gran Bretaña puso fin este jueves al despliegue de sus fuerzas armadas como apoyo a la policía en su labor de vigilancia tras el ataque con bomba en un concierto en Manchester.
El jefe de defensa Stuart Peach declaró que alrededor de mil efectivos militares fueron despachados para apoyar a la policía, mientras el nivel de alerta antiterrorista fue elevado a crítico tras el atentado que dejó 22 muertos y decenas de heridos.
El nivel de alerta antiterrorista fue reducido a severo, sin embargo todavía se considera que la posibilidad de un ataque es alta. Peach advirtió que las fuerzas armadas "están listas para ser desplegadas" de nuevo en caso necesario.
Diez hombres siguen detenidos y están siendo interrogados por su posible colaboración en el ataque, mientras que seis personas, entre ellas una mujer, ya han sido liberadas sin cargos.
Los sospechosos aún retenidos no han sido identificados ni procesados.
Las autoridades investigan si el agresor, Salman Abedi, de 22 años, actuó solo en la fabricación de la bomba usada en el concierto de Ariana Grande el 22 de mayo, mismo evento en el que el joven murió.
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