"Sin turismo, Venecia es una ciudad muerta": gondolero

En Venecia quienes más pasean en góndolas son los turistas extranjeros. Foto: AFP

En la famosa Plaza de San Marcos, incluso las palomas han desaparecido por culpa del nuevo coronavirus (Orthocoronavirinae). Los turistas de todo el mundo que les arrojaban comida desaparecieron de uno de los lugares más mágicos de Italia, país que ha iniciado su etapa de desconfinamiento en medio de la pandemia que ha dejado miles de víctimas mortales en varios países.

"Sin turistas, Venecia es una ciudad muerta", lamenta amargamente Mauro Sambo, un gondolero de 66 años, quien desde 1975 ofrece paseos por los canales de la "Serenissima" en esta ciudad italiana, una de las más golpeadas por el COVID-19.

La atmósfera crepuscular y el silencio ensordecedor también reinan en el Gran Canal de Venecia, donde solo circulan los vaporetti, los autobuses acuáticos. Los suntuosos palacios que bordean las dos orillas, que albergan instituciones culturales y hoteles de lujo, tienen todos las persianas cerradas, panorama que ha dejado el paso de la crisis sanitaria del nuevo coronavirus.

Incluso si levantan el confinamiento ¿quién desea salir en góndola? Sólo los extranjeros, no los residentes", reconoce el gondolero Sambo, hombre elegante, con barba retocada, mientras limpia su góndola frente al palacio ducal.

  • En Italia, la industria del turismo representa el 13% del PIB y el 15% de los empleos, aunque en la Ciudad de los Doges ese porcentaje es mayor, ya que depende casi toda de ese sector.

Alrededor del 65% de la población trabaja en el turismo. El impacto por el coronavirus ha sido muy fuerte, ya que el 85% de los turistas que visitan Venecia son extranjeros", asegura la responsable de esa rama del ayuntamiento de Venecia, Paola Mar.

Inclusive la Unión Europea tuvo que pedir este miércoles a sus miembros que abran sus fronteras internas para evitar el hundimiento del sector turístico.

Venecia superará la crisis del coronavirus

Hemos sobrevivido a las guerras, porque de hecho esta es una guerra, así que también lograremos salir de esta, gracias a nuestro espíritu emprendedor", sostiene Francesco Pecin, un empresario de la construcción, de 47 años, mientras camina cerca al Puente de los Suspiros.

Pecin reconoce que está "asombrado" frente a los canales desiertos:

Ya no quedan venecianos de pura cepa, solo hay hoteles y apartamentos para alquiler".

En el centro histórico de Venecia residen solo 52 mil habitantes, de un total de casi 260 mil y la hemorragia hacia la tierra firme continúa, debido al menor costo de la vida y al deseo de una vida diaria más cómoda.

La fuga de turistas empezó en Venecia antes de la propagación del virus. "Desde noviembre estamos sufriendo", aseguran algunos pobladores, debido a las inusuales inundaciones causadas por la marea alta y que pusieron en crisis el criticado turismo masivo.