La polémica salpicó al príncipe Carlos de Inglaterra luego de darse a conocer que la colección de pinturas que colgaban en la casa que campo que posee en Escocia, no son del todo genuinas, es decir, tiene pinturas falsas: un Monet, un Picasso y un Dalí.
El príncipe Carlos, hijo de la reina Isabel y heredero al trono, recibió como préstamo la colección de 17 pinturas por parte de James Stunt, un reconocido coleccionista de arte cuya fortuna se valúa en más de 260 millones de euros.
De acuerdo con la publicación que hizo el diario británico The Times, tres de las 17 que conforman la colección de pinturas son falsas y fueron reclamadas por falsificador estadounidense Tony Tetro, quien por más de tres décadas se ha dedicado a hacer réplicas de las pinturas más cotizadas del mundo del arte del siglo XX.
Las obras que originales son valuadas en total por 120 millones de euros; sin embargo, las que le fueron prestadas al príncipe Carlos no costarían ni 55 mil euros. Se trata de una pintura de nenúfares pintada supuestamente por Monet y valorada en 58 millones de euros; otra de Picasso de 48 millones y un Cristo de Salvador Dalí de 14 millones.
En respuesta ante el escándalo los portavoces del príncipe, afirmaron que la colección de pinturas "fueron aceptadas de buena fe; la responsabilidad de verificar su autenticidad no recaían en la Fundación del Príncipe". Y afirmaron que la decisión acerca del préstamo no depende en absoluto del príncipe Carlos sino de su fundación y que las obras falsas de la colección de pinturas ya han sido retiradas.
Por su parte, Stunt ha querido pedir perdón al príncipe Carlos aunque sigue insistiendo en que las obras eran auténticas.
El préstamo era por un tiempo de 10 años y completamente gratuito, según el diario Daily Mail. El encargado de la firma del acuerdo era un antiguo ayuda de cámara del príncipe Carlos llamado Michael Fawcett.