El Servicio de Seguridad Federal (FSB) de Rusia desarticuló una célula terrorista que planeaba llevar a cabo atentados simultáneos en Moscú y en la ciudad de San Petersburgo, similares a los del año pasado en París, Francia.
El FSB, sucesor del Comité para la Seguridad del Estado, (KGB en ruso) informó la detención de 10 miembros de un grupo terrorista, ligada al Estado Islámico (EI), que planeaba una serie de ataques en Moscú y San Petersburgo con armas automáticas y explosivos de alta potencia.
En un comunicado, la inteligencia rusa destacó que la detención se realizó la víspera en esta capital y San Petersburgo, por el FSB, con apoyo del ministerio ruso del Interior y la cooperación de Tayikistán y de Kirguistán, según un reporte de la agencia de noticias rusa Itar-tass.
"Los terroristas planeaban ataques similares con el fin de matar a civiles en lugares muy concurridos... Tenían explosivos de alta potencia".
¿Cómo serían los antentados?
El FSB indicó que los sospechosos planeaba detonar varios artefactos explosivos simultáneamente en lugares concurridos y al mismo tiempo iban abrir fuego con ametralladoras contra multitudes, al estilo de los ataques de hace justo un años en París.
"Los detenidos en confesión afirmaron contactos con los líderes de la organización terrorista del Estado Islámico en la región de Medio Oriente, que está prohibida en Rusia, sobre instalaciones específicas, sus aliados y la base de apoyo tanto en Rusia como del extranjero".
Durante la detención el FSB confiscó cuatro bombas caseras así como el equipo de armas, municiones, dispositivos y radios de comunicaciones, que los presuntos terroristas utilizarían para llevar a cabo sus planes.
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