Durante las misiones de rescate de los 12 niños y su entrenador de futbol, que quedaron atrapados en una cueva en Tailandia, murió uno de los buzos que participaba en la difícil tarea y para despedirlo, sus compañeros le rindieron grandes honores.
Saman Kunan es el rescatista que perdió la vida después de llevar ayuda a los menores. Tenía 38 años y era exmiembro de las fuerzas de élite de la Marina de Tailandia que se sumó como voluntario al reto que mantiene la vida de los menores en riesgos pues liberarlos ha implicado la suma de esfuerzos extenuantes.
[Paso a paso hacia el rescate de niños tailandeses atrapados en cueva]
Los niños fueron encontrados con vida en el interior de la cueva y llevan más de 10 días atrapados. Están en un espacio reducido a más de dos kilómetros de la entrada pero no pueden salir porque fuertes lluvias inundaron el acceso.
El saludo esperanzador de Kunan
Días antes de llegar a la provincia de Chiang Rai, lugar en donde se encuentra la cueva y queda en la frontera de Myanmar, Kunan se grabó en un video antes de abordar el avión que lo llevaría al sitio. En el clip explicaba que se sumaba a las misiones de rescate e hizo una promesa:
"Traeremos a los niños a casa". Saman Kunan.
Un pérdida irreparable
El veterano rescatista murió porque se quedó sin oxígeno después de suministrar provisiones a los 12 niños y el entrenador. Perdió el conocimiento durante el regreso; un compañero trató de reanimarlo pero su ayuda fracasó.
Los amigos de Saman lo recuerdan como un hombre desinteresado, dispuesto a ayudar a los otros. Le gustaban los deportes de alto entrenamiento y solía practicar triatlón.
Se sabe que estaba casado pero al parecer no tenía hijos.
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