Una de las traductoras del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) tenía una misión: investigar a un rapero alemán convertido en reclutador del Estado Islámico. El objetivo no se cumplió, viajó a Siria y se casó en secreto con él. Después se arrepintió y regresó a EU para entregarse a la justicia.
Se trata de Daniela Greene, de 38 años, quien mintió a sus superiores sobre el destino de un viaje que realizó en junio de 2014 y cumplió dos años de prisión tras haber regresado a entregarse.
Su trabajo como traductora del FBI:
La mujer habla y escribe alemán de manera fluida, por lo que en febrero de 2011, fue contratada como lingüista por el FBI, según los documentos judiciales.
En enero de 2014, Greene empezó a trabajar como investigadora en la oficina del FBI en Detroit, Michigan y recibió el encargo de rastrear los pasos de Denis Cuspert, un rapero alemán convertido en reclutador de Estado Islámico.
En un video de propaganda, Cuspert aparecía sosteniendo una cabeza humana recién decapitada, por lo que en febrero de 2015, el gobierno de EU lo clasificó como "terrorista global especialmente designado", es decir, como alguien que amenaza la seguridad nacional o la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.
Fue en junio de 2014, cuando Greene les dijo a sus superiores que planeaba un viaje para visitar a sus padres en Alemania y que volvería en julio, en realidad viajó a Turquía, donde cruzó la frontera siria, con ayuda de contactos de Cuspert.
Hasta ese entonces, Greene todavía estaba casada con un militar estadounidense, pero una vez en Siria, se encontró con Cuspert y se casó con él.
Luego de unos días de matrimonio, Greene empezó a dudar de lo que había hecho, así lo demostró en un correo electrónico que escribió a una persona no identificada en EU, donde le dice "realmente he complicado las cosas esta vez".
"Me fui y no puedo volver. Estoy en un ambiente muy duro y no sé cuánto tiempo voy a resistir, pero no importa, ya es demasiado tarde". Daniela Greene.
Se sabe que un mes después de llegar a Siria, la mujer huyó del país y regresó a Estados Unidos; sin embargo, no se tiene claro cómo logró salir del territorio del Estado Islámico.
Greene admitió a los investigadores que le había dicho a Cuspert que era el blanco de una investigación del FBI y fue hasta diciembre de 2014, cuando se declaró culpable de hacer declaraciones falsas sobre terrorismo internacional.
Estuvo dos años en una prisión federal y fue liberada en 2016. Actualmente trabaja como anfitriona en un hotel en un lugar no revelado.
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