Entre tolerancia y respeto, así inició el Carnaval de Río de Janeiro

Ésta es la primera vez que las escuelas de samba desfilarán en el Carnaval de Río sin presupuesto público. Foto: AFP

El famoso Carnaval de Río de Janeiro comenzó este domingo con todo su esplendor, pese a la falta de presupuesto público y las duras críticas hechas por parte del alcalde, Marcelo Crivella.

Este año, la edición 128 del Carnaval de Río de Janeiro, tendrá como mensaje principal la tolerancia.

La primera escuela en recorrer los 700 metros del sambódromo fue Estacio de Sá, con un "enredo" (tema) que rindió homenaje a... la piedra.

Seis suntuosas carrozas alegóricas, de hasta diez metros de altura, declinaron en espectaculares escenografías la vinculación de esa materia con las tragedias y glorias de Brasil, desde las primeras inscripciones rupestres a la explotación inhumana en las minas.

Con mucha purpurina, carrozas alegóricas, miles de integrantes y una poderosa batería de percusión, trece 'escolas', con cerca de 3 mil integrantes, tendrán entre 60 y 70 minutos para encantar a los jurados y a 70 mil espectadores, en una fiesta que se extenderá durante dos noches hasta el alba.

El enredo de Estácio es uno de los que menos se prestó a polémica, en un año donde las escuelas de samba recogieron el guante de afirmar su identidad y de elevar el desafío pese a estar bajo la mira de las iglesias neopentecostales, sumamente influyentes en el gobierno de Jair Bolsonaro.

La tercera escuela en desfilar, Mangueira, vigente campeona, mostrará un Jesús popular, con "rostro negro, sangre de indígena y cuerpo de mujer". 

Otros desfiles rendirán homenajes a indígenas, a artistas negros y a las religiones afro-brasileñas.

Carnaval de Río de Janeiro, sin recursos públicos

Será la primera vez que las escuelas desfilen sin subvención de la Alcaldía. 

Desde que asumió las riendas de la ciudad en 2016, el obispo evangélico Marcelo Crivella dejó claro que no simpatizaba con el carnaval y promovió un corte progresivo del financiamiento público a estos grupos, que pasaron de recibir 630 mil dólares, cada uno, a no contar con ningún apoyo para este año. 

Esto obligó a las escuelas a reinventarse y parte de ese proceso fue la aparición de directores creativos más jóvenes, que están haciendo del carnaval una propuesta de arte, fiesta y con una dura carga política.

2 millones de personas celebran en las calles

Los tradicionales blocos, murgas callejeras, congregaron durante todo el fin de semana a dos millones de personas que convirtieron a la ciudad en una gigantesca fiesta de disfraces y música.

Uno de los blocos más antigous, Cordao de Bola Preta, movilizó el sábado a más de 630 mil personas, según datos oficiales.

"Queremos divertirnos, con alegría, pero respetando los límites de cada uno. Respetar las individualidades, las creencias, las opciones. La gentileza genera gentileza, genera amor. Y eso es lo que precisamos", afirma Rogerio Borges, un joven de 19 años, que participó en el desfile número 102 de ese bloco.