Hojas verdes de guásimo o guazuma ulmifolia, 750 centímetros cúbicos de agua y una licuadora: brebaje que se impuso en Venezuela, pese a su cuestionada eficacia por expertos, entre personas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) ante la escasez de fármacos antirretrovirales.
[Para estar informad@: Si se quieren ir, ahí está el aeropuerto: Maduro a embajadores].
Esta faceta es considerada como una de las más dramáticas de la crisis económica del territorio miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El Instituto de Seguros Sociales tiene cinco meses sin medicamentos de este tipo, mismos que desde 2000 entregaba gratuitamente.
Sabe a lechuga con agua. No tengo nada que perder (...) la mente lo que te trabaja es de una manera: me voy a morir, mi vida llegó hasta acá por un desfase en el gobierno, que no está cumpliendo con la medicación . Paciente venezolano que solicitó el anonimato.
Este hombre decide no difundir su enfermedad porque los colegas desconocen su diagnóstico en medio de prejuicios que aún subsisten. El brebaje se ha tomado por años en distintos países sudamericanos como tratamiento complementario y natural porque, dicen, mantiene altas las defensas de los pacientes.
Expertos
Carlos Pérez Pérez, de la Organización No Gubernamental (ONG) Acción Solidaria, recomienda este licuado dos veces al día por un mes, en un consumo que puede ser una vez o dos al año, porque un componente de esas hojas es el tanino, bioquímico que aparentemente tiene propiedades antivirales .
Contrargumentos
El médico internista José Félix Oletta, exministro de Salud y miembro de la Red Defendamos la Epidemiología, arguyó que la bebida no sirve absolutamente para nada porque no tienen soporte ; también lo consumen personas con problemas cardiovasculares, cáncer e hipertensos por la falta de medicamentos.
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