Un día antes de una magna manifestación opositora, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Estados Unidos de lanzar un complot golpista contra su gobierno, pero dijo que el intento fue abortado.
Maduro aseguró que grupos de conspiradores civiles y militares fueron detenidos y culpó al líder legislativo opositor, Julio Borges, de ser responsable del presunto plan golpista.
"Estado Unidos ha dado luz verde y el visto bueno para el proceso golpista descarado para provocar la intervención de Venezuela", acusó el mandatario.
En un encuentro con mandos militares y ministros, señaló que las autoridades detuvieron a un presunto cabecilla del complot y que persiguen a conspiradores civiles y militares, algunos de los cuales habrían huído a Colombia.
Maduro afirmó que también fueron detenidas varias personas que pretendían infiltrarse en la marcha opositora del miércoles en Caracas para atacarla y provocar un baño de sangre.
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