El papa Francisco acudió el domingo a la iglesia de San Marcello al Corso, ubicada en la ciudad de Roma, Italia, para orar ante un crucifijo milagroso que en 1522 fue llevado en procesión por los barrios de la capital para poner fin a la "Gran Peste" en esta ciudad con objeto de que llegue el "fin de la pandemia" del coronavirus "que afecta al mundo".
Jorge Mario Bergoglio, nombre real del argentino, salió del Vaticano este domingo por la tarde para orar en una basílica de Roma, anunció la Santa Sede. "Esta tarde, poco después de las 16:00 horas locales, el papa Francisco salió del Vaticano y fue a la basílica de Santa María Mayor, para orar a la Virgen", indicó la Santa Sede en un comunicado.
Una Italia aislada
- Roma, como el resto de Italia, está sometida desde el martes a un estricto confinamiento a causa de la epidemia de coronavirus.
- Sus habitantes no pueden salir de sus hogares salvo por razones imperativas, como ir a trabajar, hacer compras o a la farmacia.
El papa luego "caminó a pie como en peregrinación una porción de la Vía del Corso", una de las principales arterias de Roma, completamente vacía, para luego ir a pie en la iglesia de San Marcello al Corso, acompañado solamente de elementos de seguridad: el papa Francisco oró por "el fin de la pandemia que afecta a Italia y el mundo, imploró por la curación de muchos enfermos".
Sus oraciones fueron dirigidas también a los trabajadores del sector salud, a los médicos, enfermeras y a quienes en estos días, por su trabajo, garantizan el funcionamiento de la sociedad".