Los familiares de las víctimas de los atentados de Sri Lanka, que dejaron más de 300 muertos el Domingo de Pascua, expresaron su inmenso dolor en misas y homenajes a los fallecidos, tras los peores ataques en el país desde que terminó la guerra civil, hace 10 años.
"No habíamos sentido una tristeza así desde la guerra", dice Rashmi Fernando, una mujer de 36 años que participa en una ceremonia en la iglesia de San Sebastián, en la ciudad de Negombo.
- Esta iglesia fue uno de los tres templos religiosos atacados el domingo.
Perdí a tres primos en el ataque y otro está en cuidados intensivos. Estamos aquí para rendirles homenaje y para rezar para que mi primo se cure", explica una mujer, acompañada de sus dos hijas de 3 y 8 años.
- Al menos 321 personas murieron y otras 500 resultaron heridas en los atentados suicidas reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Más de mil personas asistieron este martes a los funerales en la San Sebastián de Negombo, donde las marcas de la explosión son visibles y hay estatuas y bancos totalmente destruidos.
- De los seis lugares donde ocurrieron los atentados del Domingo de Pascua, la iglesia de San Sebastián en Nebombo podría ser el que más víctimas provocó.
El hospital de Negombo, una ciudad situada a unos 30 kilómetros de Colombo, recibió más de cien cadáveres.
También hubo ceremonias fúnebres en la iglesia de San Antonio, en Colombo, un edificio histórico que también fue atacado.
Jude Fernando, cura de esta iglesia desde hace cinco años, estaba allí cuando se produjo el ataque.
Lo que pasó va más allá de las palabras. Es la primera vez que oigo un sonido así. Vi a la gente gritando, heridos, cadáveres", Jude Fernando.
Sudesh Kolonne, un hombre que perdió a su esposa y a su hija, recuerda que en su desesperación quiso levantar a la niña pero ella ya estaba sin vida.
Vi que mi hija y mi esposa estaban en el suelo. No supe qué hacer, sólo vi a mi hija en el suelo e intenté levantarla, ya estaba muerta. A un lado estaba mi esposa muerta", Sudesh Kolonne, sobreviviente.