El primer ministro francés Manuel Valls anunció este miércoles un endurecimiento de las condenas de reclusión por posesión y tráfico de armas en Francia en respuesta a las quejas de la policía francesa.
En una rueda de prensa convocada luego de una manifestación de policías que tuvo lugar en la capital francesa, el jefe de gobierno informó que el ejecutivo decidió elevar de tres a cinco años de cárcel las penas por detención y venta de armas de gran calibre.
"La expansión de las armas pesadas es una plaga. Además de la violencia de los ajustes de cuentas entre delincuentes, agravan los riesgos que corren los policías y los gendarmes", resaltó Valls.
"Por ello, el gobierno ha decidido reforzar la lucha contra el tráfico de armas pesadas y endurecer la represión penal que se les aplica", añadió el jefe de gobierno en la rueda de prensa en la que estuvo acompañado de los titulares de Justicia e Interior.
Valls anunció la medida para tratar de contentar a los policías franceses que se consideran insuficientemente protegidos luego de varios ataques que han sufrido por presos armados, liberados injustamente, según denunciaron.