Frente a Florence, un pueblo de EU se prepara para lo peor

Crecidos cursos de agua aún amenazan con inundaciones catastróficas. Foto: AFP

Oculto en la llanura costera de Carolina del Norte, el río Contentnea Creek es un tesoro local, un lugar para pescar, remar y observar aves, pero después de las lluvias torrenciales del huracán Florence, su corriente se ha transformado en una amenaza.

Las aguas en este afluente del río Neuse están peligrosamente cerca del pequeño puente que da acceso al tranquilo pueblo rural de Grifton, con una población de dos mil 500 habitantes.

El huracán Florence se ha debilitado a una depresión tropical. Pero las autoridades advierten que el peligro está lejos de terminar, con crecidos cursos de agua que amenazan con inundaciones catastróficas.

Los residentes de Grifton se preparan para lo peor después de haber recibido un duro golpe con las tormentas del pasado monstruo Floyd, en 1999, y Matthew, en 2016.

El acceso al puente probablemente se cortará el miércoles, cuando se predice que las aguas crecidas por las fuertes lluvias provocadas por Florence alcanzarán su punto máximo.

The Creek ya ha comenzado a desbordar sus defensas en algunos puntos, y gran parte del personal de emergencia está en estado de alerta.

"Las personas que necesitaban ser evacuadas fueron evacuadas", dijo Justin Johnson, jefe de bomberos de Grifton. "Seguimos patrullando el área, pero las personas ya han pasado por el huracán Matthew y saben qué esperar".

En guardia

El sargento John Brandt y su equipo fueron enviados a Grifton, donde se han instalado en una habitación del cuartel de bomberos local.

"Los equipos del Departamento de Bomberos son en su mayoría voluntarios, pero su profesionalismo es increíble. Están bien entrenados", dijo Brandt desde la cabina de su vehículo de rescate.

A medida que se avecinan mayores inundaciones, las reservas de la Guardia Nacional dan un aire de tranquilidad a los lugareños, de los cuales Brandt dijo que han sido "realmente complacientes".

Pero, para los pobladores de Grifton, tal vez es más fresco el recuerdo de Matthew que el de Floyd, en 1999, dijo la enfermera Denise Harper durante su guardia.

"Después de Floyd, quedamos cortados, no había a dónde ir, era agua por todas partes y la policía tenía que venir para traernos algo de comida", dijo la enfermera.

  • "Mucha gente ya evacuó, es preocupante ver que el agua sube lentamente", agregó.

Las autoridades de área han establecido un toque de queda desde las 21:00 a los 06:00 para minimizar los riesgos durante la noche, pero según el alcalde de la ciudad, Billy Ray Jackson, estas medidas no siempre son suficientes. 

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