Hasta el Big Ben sonó: Así vivieron en Reino Unido salida de Unión Europea

Reino Unido y el Big Ben, dijeron adiós a la Unión Europea. Foto: AP

No hubo anuncio que no se cumpliera, y hasta el Big Ben, emblema inglés, sonó, luego que se concretara la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Así se despidió Reino Unido

Fuera de la Unión Europea por primera vez en 47 años, el Reino Unido emprendió este sábado una "nueva era" en que deberá superar las divisiones y redefinir su lugar en el mundo, negociando su nueva relación comercial con Bruselas, pero también con Washington.

El primer ministro Boris Johnson dirigió un mensaje a la nación, cuando todo un país pasó el viernes al otro lado del espejo entre los gritos de júbilo de unos y las lágrimas de tristeza de otros.

"El telón se levanta para un nuevo acto en nuestro gran drama nacional", Boris Johnson, primer Ministro

  • La separación ha dividido opiniones entre los habitantes del Reino Unido, mientras que justo después de las 23 horas, puntual, el Big Ben, anunció con campanadas la hora que marcará una nueva era para los habitantes.

Escocia Molesto

El primer ministro  tendrá que lidiar con el descontento de una importante parte del país, Escocia, una nación semiautónoma de 5,4 millones de personas en su mayoría contrarias al Brexit que, en un intento de volver a la UE, parece cada vez más tentada por una eventual independencia.

Con estruendo de silbatos y bocinas, cientos de escoceses volvieron a manifestarse el sábado en Edimburgo para pedir un segundo referéndum de autodeterminación, tras el de 2014 en que ganó el no.

Negociar con Bruselas

Con esta salida, Londres tendrá que negociar su futura relación con Bruselas al tiempo que trata de alcanzar un ambicioso tratado de libre comercio con Estados Unidos, su principal baza para reemplazar a su socio europeo.

Johnson dijo que no quiere alinearse con las normas europeas, lo que preocupa a sus exsocios.

Mientras tanto, antes de un eventual aumento de precios, algunos británicos como Tricia Morgan y su marido Yeovil viajaban el sábado al puerto francés de Calais para comprar bebidas alcohólicas más baratas.