Una mujer estadunidense de origen hispano interpuso una demanda contra el gobierno de Estados Unidos, debido a que agentes aduanales la esposaron y realizaron una revisión de sus cavidades corporales en busca de drogas.
Ashley Cervantes fue acusada de posesión y contrabando de drogas.
Cuando ella negó las acusaciones, fue retenida por varias horas en una sala de detención donde la esposaron a una silla, luego fue trasladada a otra habitación donde se le ordenó ponerse en cuclillas para que mujeres investigadoras pudieran inspeccionarla visualmente.
- Esto ocurrió sin su consentimiento y sin orden judicial, y se le negó una solicitud para llamar a su madre, en una clara violación de los derechos de su cliente.
Después Cervantes fue conducida a un hospital, donde un médico llevó a cabo un examen de las cavidades del cuerpo.
No se encontraron drogas, por lo que su cliente fue dejada en libertad después de aproximadamente siete horas.