Las iglesias católicas en Sri Lanka regresaron hoy al oficio abierto tras los ataques del pasado 21 de abril contra varios hoteles de lujo, zonas residenciales y templos, que dejaron más de 250 muertos y unos 500 heridos.
Los oficios se reiniciaron en Colombo y la ciudad de Negombo, donde se registraron los atentados, con asistencia de familiares de muchas de las víctimas y algunos lesionados que se han recuperado, en medio de vigilancia policial y militar que incluyó registro corporal a los asistentes.
En la mayoría de las ciudades del país, la población regresó a la vida normal, en las primeras dos semanas después de los atentados, mientras que en Colombo y Negombo fueron pospuestas unos días más para garantizar plenamente la seguridad de los cingaleses.
La semana pasada, las escuelas reanudaron las clases en medio de fuertes dispositivos de seguridad.