En el archipiélago de Novaya Zemlya, en Rusia, se mantiene un temor constante debido a la presencia de docenas de osos polares. La situación ha provocado que se declare estado de emergencia en la comunidad.
Las autoridades locales reportaron que algunos de los animales atacaron a personas y entraron a edificios residenciales y públicos. Ya no le temen al fuego, los ruidos estridentes ni a las patrullas policiales, situación que ha paralizado la vida cotidiana del lugar.
La invasión más grande de la región ocurrió en Belushya Guba, en donde se ha visto a 52 osos desplazándose. Entre seis y 10 de ellos permanecen constantemente en el territorio.
- La gente tiene miedo de salir de sus casas, sus rutinas fueron interrumpidas y también temen enviar a los niños a la escuela o al jardín de niños.
Sacrificarlos, ¿la opción?
Debido a que los osos polares son una de las especies más afectadas por el cambio climático, Rusia los ubica en la lista de animales en peligro de extinción. Cazarlos está prohibido e, incluso, la Agencia Federal Rusa para el Medio Ambiente no emite licencias para dispararles.
El poco éxito que se ha tenido en los intentos para ahuyentarlos ha provocado que funcionarios consideren tomar medidas más drásticas para proteger a la población, aunque esto equivalga a sacrificarlos.
Cambio climático
A causa de la disminución del hielo marino en el Ártico, provocado por el calentamiento global, los osos polares han tenido que cambiar sus hábitos de caza y buscar tierra firme para conseguir alimento. Esto pone en una situación vulnerable a los humanos.